Escuela de solistas
La vida es un balance, no se puede solo recibir, hay que dar también para encontrar un perfecto equilibrio. Qué más puedo dar que lo que me ha tomado más de 20 años cultivar y aprender.
Soy feliz con cada uno de mis alumnos y les entrego todo lo que tengo. Amo dar clases y transmitir el canto en el modo en el que yo lo aprendí, con ese respeto y gratitud.
“Si me preguntan qué me gustaría hacer el último día de mi vida, respondería sin duda: cantar. Cantar para mí, para ustedes, para quien quiera escuchar. Morir cantando”
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Todo comienza con una idea. Tal vez quieres empezar tu carrera como cantante o simplemente tienes una voz maravillosa que quieres compartir con el mundo. Sea lo que sea, siempre puedes encontrar tu libertad con el canto, no te quedes sin cantar.